Y ahora que….te alucinas
mago? Lo digo porque no sé cómo has hecho para meterte así de lleno en mi
cabeza. Me late que has comprado el espacio-tiempo y lo manejas a tu antojo. No
sé cómo, pero lograste capturarme desde la primera letra, en el instante mismo
en que tu latitud y longitud terminaron convergiendo con las mías en un mismo
punto. De alguna forma has debido controlar las distancias para que ahora, aún
a miles y miles de kilómetros, yo me encuentre aquí. Bajo la energía de tu
magnetismo sensorial.
Entre tanta confusión en
la que me he visto envuelto, de a pocos y sin darme cuenta, has expropiado hasta
el último de mis suspiros, ahora todo es para ti. Empezaste como deseo, ahora te
has convertido en necesidad, en sed, en ansias.
Nada
de esto se basa en una explicación física. Quizás has inventado algo así como una
fuerza gravitatoria que me arrastra, sin importar nada, hacia ti; que me
arranque de mi mundo. Es la única forma de explicar esta irreversible atracción
que provocas en mí; no sólo tú sino tu voz, tu boca, tus caricias, tú y
eternamente tú.
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